Una huielga de funcionarios de Justicia que quieren ganar lo mismo que otros que cumplen las mismas funciones y tareas.
Un Tribunal Constitucional y un Consejo del Poder Judicial que llevan meses sin renovar los puestos que mandan las leyes.
Más de un millón de sentencias dictadas el año pasado, oltras tantas del anterior,etc,etc
En cuanto a juicos pendientes debe ser otra barbaridad.
Todo lo anterior me ha hecho recordar a un ex.ministro al que oí decir, en un acto cultural :
"el problema de la Justicia no tiene solución". Por lo que dijo despues entendí que la Administarción de la Justicia era como un enfermo crónico, se le puede tratar, aliviar sus males pero no tiene cura. La cuestión se complica porque la enfermedad en cuestión no es una aler - gia es un cancer metástasis, extensio o como se llame, puede cargarse un Estado. Imaginemos que, de repente, los ciudadanos empeiezan a tomarse la justicia por su mano; o que un defensor de la Ley, que no de la Justicia, decide salvar la sociedad.
La reforma de la Administración de la Justicia debe ser la tarea prioritaria para el futuro Gobierno. Para dar ejemplo y empezar por "arriba" debería dar ejemplo y ordenar que si en quince días no están resueltos los problemas del Tribunas Constitucional y del Consejo del Poder Judicial las plazas vacantes serán cubiertas por sorteo entre los magistrados del Tribu- nal Supremo. Esto debería ser una norma y si hay que añadirla a la Constitución pues tendrán que hacerlo. No se puede repetir el malisimo ejemplo de que los ciudadanos vean que se anteponen intereses partidistas a la Admistración de la Justicia. Empezar por aquí es la forma de acabar con este tremendo desbarajuste.( Hasta aquí es el texto de una carta enviada al País para su publicación)
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